sábado, 8 de febrero de 2014

Digresiones sobre Gravity



Gravity es una gran película. "Gran" en el sentido de "grande", pero no necesariamente como Machado decía de sí: que era bueno, "en el buen sentido de la palabra". Aunque no cabe duda de que por lo menos desde el punto de vista técnico, Gravity es "grande", en todos los sentidos.

El problema es que Cuarón, un director no estadounidense, ha decidido poner todo su talento al servicio de una idea muy estadounidense: el cine tiene la obligación de generar sensaciones de la manera más directa posible. Es el mismo impulso maniqueo que llevó a la idea del "cine con olores" en los años 50. El concepto de que el cine tiene el deber de desmontar las barreras físicas que le separan del conjunto de percepciones sensoriales que denominamos realidad.

Combinando este concepto con otra obligación autoimpuesta -la de entretener mediante la concentración del relato en hechos que llamen la atención del espectador de una manera evidente- se entiende que la idea que la industria tiene de lo que es una buena película es algo comparable a una vuelta de una hora y media o dos horas (o, a veces, por puro narcisismo, de más de dos horas y media) en una montaña rusa.

Si aceptamos ese enfoque, Gravity es una obra maestra. Cuarón y su escudero Lubezki (ver los impresionantes detalles técnicos del rodaje contados por Lubezki) manipulan todos los recursos técnicos (el 3D, el más obvio de ellos) para ponernos exactamente en la posición de la protagonista con el objetivo de proveernos de la montaña rusa perfecta: un viaje a la deriva por el espacio. ¿Que puede haber más intimidante para las hormiguitas humanas que un paseo involuntario por la orilla de nuestro dominio, enfrentados al abismo del cosmos?

Nos sentamos en nuestras butacas, que en realidad son carritos de montaña rusa inmóvil, y los segundos iniciales del film (como consta en el guión) se ocupan muy bien de prepararnos para la experiencia:

BLACK.
SILENCE.

CARD 1
AT 600 KM ABOVE PLANET EARTH THE
TEMPERATURE FLUCTUATES BETWEEN 120 AND
-100 DEGREES CELSIUS.
SILENCE.

CARD 2
THERE IS NOTHING TO CARRY SOUND, NO
OXYGEN, AND NO AIR PRESSURE.
SILENCE.

CARD 3
LIFE HERE IS IMPOSSIBLE.
SILENCE.



Un segundo más tarde, nuestros carritos se ponen en marcha.

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