miércoles, 15 de agosto de 2007

Un spoiler moral: el discurso final de Ratatouille




ATENCIÓN: Este post contiene la transcripción del discurso final del crítico Anton Ego en Ratatouille. Estén todos avisados: Su lectura revela elementos claves del argumento de ese film. Lo incluyo en Teatro Filmado porque, aunque no soy afecto a las narraciones en off, esta es de una particular belleza y significado, y creo que merece estar al alcance de la mano.

Primero va la transcripción literal en inglés (fuente: Rotten Tomatoes) y luego mi humilde transcripción al castellano.

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"In many ways, the work of a critic is easy. We risk very little yet enjoy a position over those who offer up their work and their selves to our judgment. We thrive on negative criticism, which is fun to write and to read. But the bitter truth we critics must face is that, in the grand scheme of things, the average piece of junk is more meaningful than our criticism designating it so. But there are times when a critic truly risks something, and that is in the discovery and defense of the new.

Last night, I experienced something new, an extraordinary meal from a singularly unexpected source. To say that both the meal and its maker have challenged my preconceptions is a gross understatement. They have rocked me to my core.

In the past, I have made no secret of my disdain for Chef Gusteau's famous motto: Anyone can cook. But I realize that only now do I truly understand what he meant. Not everyone can become a great artist, but a great artist can come from anywhere. It is difficult to imagine more humble origins than those of the genius now cooking at Gusteau's, who is, in this critic's opinion, nothing less than the finest chef in France. I will be returning to Gusteau's soon, hungry for more."


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"En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos muy poco y, sin embargo, disfrutamos de nuestra supuesta superioridad sobre aquellos que someten a nuestro juicio su vida y su obra. Disfrutamos con las críticas negativas, que son divertidas de escribir y de leer. Pero la amarga verdad que los críticos debemos enfrentar es que, en el gran plan de las cosas, cualquier vulgar pieza de basura tiene más significado que la crítica que escribimos para descalificarla.

Pero hay ocasiones en las cuales un crítico verdaderamente se arriesga en el descubrimiento y la defensa de algo nuevo. Anoche disfruté de algo nuevo: una cena extraordinaria, procedente de una fuente singular e inesperada. Decir que ese plato y su creador han desafiado mis prejuicios es subestimar groseramente lo ocurrido. Me han conmovido hasta la médula.

En el pasado no he ocultado mi desprecio por la famosa frase del Chef Gusteau: cualquiera puede cocinar. Pero no ha sido hasta ahora que he sido capaz de entender realmente lo que quería decir: no cualquiera puede ser un gran artista, pero un gran artista puede surgir de cualquier lugar. Es difícil imaginar orígenes más humildes que aquellos del genio que cocina ahora en el restaurante de Gusteau, quien es, en la opinión de este crítico, nada menos que el mejor chef de Francia. Retornaré pronto a lo de Gusteau, con hambre de más."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Erase que se era una chica en una clase de la Facultad de Historia del Arte a la que una profesora le preguntó qué quería ser de mayor. Ella contestó: "Crítico de arte". La profesora sorprendida por la respuesta le preguntó el porqué. La respuesta surgió espontánea: "Quiero que un mayor número de personas entiendan y disfruten con el arte que se crea hoy en día".

¿Es la misión del crítico criticar? Esa muchacha no lo entendía así, sobre todo, si se tomaba la palabra "criticar" en su sentido más habitual, que en realidad mezcla sus dos significados:
1. tr. Juzgar de las cosas, fundándose en los principios de la ciencia o en las reglas del arte.

2. tr. Censurar, notar, vituperar las acciones o conducta de alguien.

Por criticar se suele entender ejercer una opinión en la que se reprocha, se llama la atención, se censura algo o a alguien. Sin embargo no se tiene en cuenta la primera acepción de la palabra, en la que sólo se puede "juzgar conforme a unas reglas".

Quizás la palabra juzgar, también tegae mala prensa, pues lleva asociadas connotaciones negativas.

El crítico debe ser el más respetuoso con la obra de los creadores, precisamente porque el creador crea y ese impulso, ese esfuerzo debe tener todo el respeto de áquel que genera una opinión sobre el objeto de la crítica.

La muchacha que da origen a esta historia también pensaba que cualquiera podemos "ser o convertirnos en artista", algo que al exponerlo en público causaba risa, mofa y no era compartido ni entendido por la mayoría, ni siquiera entre los propios artistas, ¿paradójico?.

La labor del crítico como "intermediario" sigue siendo necesaria, para que el impulso creador y la obra en la que se materializa no quede en el olvido. Por muy oscuro y complejo, sorprendente o extravagante que sea la forma que adopte la obra, si no llega al espectador sería como si no hubiera existido, y peor que una mala crítica es el olvido.